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martes, 23 de abril de 2013

Mi monstruo


- Tengo un monstruo en el armario- le dije muy seria mientras los restos del vino rosado bajaban por mi garganta en una caricia algo ardiente.
-¿En serio, un monstruo?- me responde tirando lento el humo del cigarrillo.
-Me gustaría que entraras en mi habitación y lo expulsaras.
-¿Y cómo se hace eso? ¿Abro las puertas del armario y lo amenazo? ¿le insulto? ¿le rocío con insecticida? 
Ambos reímos medio abrazados en el sofá tras abrir la tercera botella de vino. Ha sido un encuentro inesperado, habían pasado varios años sin tener noticia de él, y ahora unas fugaces miradas en la cola del supermercado han vuelto a acortar las distancias entre nosotros. Huelo su perfume, su aliento roza mis mejillas.
-Sí, podrías probar. ¿Quieres verlo?- le digo dándole un beso casto en los labios y arrastrándolo a través del pasillo hacía la habitación del fondo.
El cuarto está oscuro, y con un gesto veloz le indico que no apriete el interruptor, mi monstruo teme la luz, es muy vergonzoso.
-Pero, así no veré nada…
-¡¡Shhhh!!
Tapo su boca con una de mis manos y con la otra abro lentamente la puerta del armario, la cual cruje rompiendo el sonido de nuestros jadeos expectantes.
De dentro del armario sólo sale oscuridad y un leve olor a lavanda.
-Mira,¿lo ves? 
-Marta, aquí sólo hay oscuridad. No veo nada.
-Exacto, ese es mi monstruo. No puedo verlo nunca, pero sé que vive dentro de mi armario, incluso dentro de mi. Es como una sensación, una intuición. A veces sus instintos pueden conmigo y me encuentro destrozando los cojines del salón a mordiscos.
Un crujido de dentro del armario nos hace agarrarnos por la cintura.
-Marta, me asustas, como broma ha estado muy bien.
El olor a lavanda se hace más intenso, y un leve gruñido casi inaudible nos hace juntarnos tanto que su nariz se clava en mis gafas.
-Vale, ya está, creo que debo marcharme, mañana trabajo y es muy tarde.
-¿Pero… y mi monstruo?
-Ya es suficiente, tanta tontería me asusta, de verdad. Si estas bromeando para ya, ¡dilo!, me reiré, admitiré que cuando me marché no lo hice bien. Que debería haber recogido mis cosas de tu casa, que tendría que haberte dicho que ya no te quería, pero soy un cobarde, me marché sin avisar y siempre lo haré. Marta, si te hice daño lo siento. Pero déjate de bromas estúpidas, ya somos mayores.
De nuevo se escuchan los gruñidos, en esta ocasión se hacen mucho más fuertes.
-Joder, ¡esto es alucinante! Estas jodidamente loca.
Me da un empujón que separa nuestros cuerpos y sale corriendo a través del pasillo, oigo como cierra la puerta dando un portazo que hace retumbar las paredes.
Y allí, en medio de mi habitación empiezo a recoger las piezas de mi monstruo, varios jerseys, pantalones y sudaderas que se dejó olvidadas cuando se marchó y que con el paso de los años han cobrado vida. Él es mi monstruo, un recuerdo, una sensación de que jamás podré olvidar.

11 comentarios:

  1. yo me cambiaría el armario, directamente, uno de ikea, para montarlo desde cero, asegurarme que ya no hay posibilidad de monstruo posible, que ninguna polilla me joda los recuerdos.

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  2. Creo que no se ha animado a conjurar a tu monstruo...

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  3. Je, a veces es más fácil el olvido que volver a empezar, aunque duela. Sólo una observación a propósito de la calidad del vino, si raspa en la garganta, mi dios, no es bueno eso.
    Un beso Laira. tanto tiempo sin verte

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  4. Interesante mostruo que incluso al ir sacándole de entre tus letras, hace asomar una sonrisa a los labios.
    Un abrazo en la tarde.

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  5. Es un monstruo difícil de vencer, se alimenta de los miedos y del pasado rebobinándose en el presente, si no sabré yo de la ropa olvidada, los pedazos de corazón regados por el armario y del olor a lavanda entre soledades.

    Hermoso y magnífico como siempre querida mía.

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  6. Un poco apretujao si estoy en el armario y ya me voy cansando de que sea motivo de tanta visita, tú solo me pides que pegue unos gruñidos para ahuyentar a tanto macho ibérico, pero el cuerpo me pide correr tras ellos para ver como baten plusmarcas.

    Me ha gustado mucho el relato.

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  7. ¡Sois geniales! ¡os salís todos con los comentarios! ¡qué bien encontrarme con vosotros después de un tiempo ausente!. Besos para todos.

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  8. Holaaa, me he pasado pasado por tu blog, me he leido tu hostoria y me ha gustado mucho. El mounstro creado con la ropa que dejo el, tambien ha revelado como es el de verdad. Muy bonita un abrao muy grandee

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  9. Monstrua, estás para comerte, jajajjaa

    Besos.

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  10. Alocado sin ninguna duda jaja
    Yo tiraba al monstruo con armario incluido a la basura!
    Un beso.

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Deja tus combustiones mentales, siempre son importantes y me hacen sonreír.