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sábado, 24 de septiembre de 2011

Funeral

En la habitación solo quedan dos mujeres, una de ellas que viste rigurosamente de negro  llora desconsoladamente, la otra susurra una letanía, probablemente una oración.
El ataúd está abierto, en él se puede ver a un hombre muy mayor de rostro blanquecino. Un bulto le cubre la mitad de la cara, provocado por  la enfermedad que le había transformado la sangre en dolor. La mujer que lloraba se despide del muerto con un beso en la mejilla y se marcha dando un portazo, la otra queda sola en el centro de la habitación, parece tranquila y con una agilidad desmesurada para su edad golpea el ataúd con fuerza.
-Ya está, no queda nadie, puede marcharse- le dice al muerto colocándole sobre el pecho un sobre con dinero- gracias por sus servicios.
El muerto se levanta, se quita la máscara que cubría su bello rostro y sonríe a la mujer.
-Gracias, nunca me habían pedido nada parecido, pero hacer de muerto es fácil.
Sin más despedidas el joven se marcha.
Una vez verdaderamente sola, golpea el armario empotrado que cubre una de las paredes del salón con los nudillos.
-¿Puedo salir?-una voz grave suena de dentro del armario.
-Sí, estamos solos, ya ha acabado tu funeral.
El hombre asoma la cabeza, es un anciano enfermo, con el rostro exactamente igual que la careta del actor, un bulto le nubla la visión de un ojo…
-¿Cómo ha estado?¿ha venido mucha gente verdad?
-Sí, tu funeral ha sido perfecto.
La pareja se coge de la mano y se funden en un tierno abrazo.
-Siempre has sido muy curioso- le dice la mujer.
-Ahora sí querida, puedo morirme en paz.



domingo, 18 de septiembre de 2011

Rescate

Cinco corpulentos hombres rodean a la pareja.
Ellos han sido citados en el parque central a las 9 de la noche, debían llevar la cifra que les pedían en un pequeño maletín blanco (según indicaciones) y esperar que allí alguien les recibiera, de esta manera recuperarían a Ramón.
Ella parece nerviosa, él aparenta ser quien controla la situación, agarrando con fuerza el maletín desafía con la mirada al grupo de matones que se prepara para atacar y  con voz grave algo forzada les dice:
-Tenemos los que nos pidieron, no nos hagan daño.
La chica respira con dificultad, jadea por el esfuerzo de dejar entrar el aire en sus pulmones.
-¡A mí marido hacerle lo que queráis, a Ramón no!-grita señalando a su pareja, este le mira asombrado y le propina un fuerte codazo en el costado recriminándole su actitud.
-¡Dáselo!-la mujer parece romper en una histeria trágica y robando el maletín de las manos de su pareja lo arroja unos cuantos metros lejos de ellos.
El maletín sale despedido por encima de las cabezas de los secuestradores, el choque contra el suelo es fuerte lo que provoca que el cierre se abra y los billetes salgan volando por el suelo de losetas grises.  Los cinco hombres se tiran al suelo a recogerlos intentando  no olvidar un solo billete.
-Y ahora… dame a Ramón…-grita la mujer dejándose el alma.
Uno de los hombres se levanta y da un silbido.
Ramón  aparece de dentro de una furgoneta negra, un hilo de baba le cae de la lengua que tiene hacia afuera, corre veloz  con la melena al viento, parece feliz…y esque a fin de cuentas solo es un perro.


jueves, 15 de septiembre de 2011

Escritor

Con un café recién hecho en una taza humeante el  escritor que se hace llamar R.J. se sienta delante del ordenador. Hace tiempo que no escribe, ha estado ocupado pensando en encontrar una nueva inspiración.
La anterior musa se marchó dando un portazo y dejando una simple nota en papel amarillo “a ver si tienes cojones a terminar la novela sin mí”.
Se sentía algo contrariado, pensaba que la había tratado bien. Cuando tecleaba sentía que sus caricias suaves le recorrían el cuerpo, que la mimaba con cada palabra que quedaba escrita en letras sencilla en la pantalla de su portátil.
Decidido a poner fin a su falta de imaginación busca entre sus cajones el listín telefónico. Encuentra el número “Musas,S.A”  y marca desesperado golpeando los números del teléfono con furia.
-Hola, necesito una nueva.
-¿Otra más?...¿qué paso con la anterior?, llevas ya 10 para esta novela…ya puede ser buena.
-Se quejaba demasiado, apenas me permitía dormir, inundaba mi mente de palabras durante todo el día.
-Está bien, prepárate.
Nada más colgar da un grito al encontrar en el sillón de su despacho a una mujer trajeada, su expresión es seria y saludando con un leve gesto le dice con tono severo.
-Hola , soy tu musa…
-No te esperaba tan pronto.
-Maravillas del servicio express, ya puedes poner tu patético culo en la silla y escribir….te dicto…


jueves, 1 de septiembre de 2011

Irrepetible


La recepción del hotel estaba vacía. Lo había elegido por su localización, escondido entre los callejones históricos de la ciudad y con algo de fama en la comida.
Lleva una pomposa maleta de piel de cordero, el pelo recogido en una coleta y un conjunto de traje de chaqueta que había dejado la tarjeta de crédito en números rojos.
Mascaba chicle furiosamente mientras insistía en tocar el timbre colocado en el mostrador.
Había planeado una visita rápida a la ciudad, su hija acudiría al hotel en media hora y tenía muy poco tiempo para organizar sus malvadas ideas en la cabeza, la cual ahora le palpitaba con fuerza.
Un hombre con traje azul cielo y un ridículo gorro aparece por una puerta del fondo y rogando perdón le da una habitación recogida y sin huéspedes a los lados.
Perfecto, piensa. Así será mucho más fácil.
Una vez dentro de la misma se suelta el pelo y coloca encima de la cama todo el vestuario y las fotos que había traído con ella. El timbre no tarda en sonar.
-Hola.-le dice al abrir la puerta.
-Hola mamá. Estas guapísima… tengo tantos problemas últimamente que me alegré muchísimo de que me llamaras para retomar nuestra relación-dice sin apenas respirar.
La mujer la invita a entrar con un gesto algo indiferente.
-Mi marido se ha marchado, apenas tengo dinero, tuve que vender todos mis trajes y las joyas…estoy pasando una racha muy dura.-dice mientras atraviesa el pequeño pasillo de la habitación y solloza.
Al ver los vestidos sobre la cama y las fotos su piel palidece.
-¿Qué significa todo esto?- en una de las fotos aparece su madre con un chico muy atractivo que le besa la mejilla.-¿porqué tienes fotos con él?¿qué hace todo esto aquí? ¿es una broma?.
Mira furiosamente a su madre y se percata que ha cambiado de aspecto desde la última vez que la vio, ahora parece su mismo reflejo de hace algunos años, esta más joven. El tiempo ha rozado a su madre y a ella parece haberle golpeado con fuerza pues ha engordado y su pelo rubio ha adquirido tonalidades más oscuras.
-Desde que naciste fuiste el centro de atención, tu melena rubia era preciosa, a pesar que ni yo ni tu padre tenemos ese color…cuando creciste y te marchaste empecé a ponerme trajes parecidos a los tuyos, me teñí…y te sentía más cerca. Las cosas me empezaban a ir bien…¡era tú!.
La muchacha no parece entender nada.
-Cuando tu padre falleció parecerme a ti era una obsesión, te vigilaba, compraba lo mismo que tú. Incluso he conseguido que tu marido me prefiera a mí.
El silencio reina la habitación. La muchacha esta asustada y tira al suelo todas las fotos y la ropa.
-Estas loca.
-No, ¡soy tu!,¿no lo entiendes?.
Escupiendo el chicle que mascaba con nervios la empuja contra el tocador de la habitación y sin darle tiempo ha reaccionar le hunde la navaja que había escondido en su bolsillo.
-Ahora definitivamente seré tú, la única.