-Quiero tenerte siempre-le dice él con tono cariñoso.
Ella no cambia de posición, esta tumbada sobre el sofá de cuero, con la cabeza reposando sobre las piernas del muchacho que peina su cabello con dulzura.
-¿Me has oído? Sabes que no soy dado a declaraciones pero hoy te noto espectacular.
Ella sigue inmóvil, su piel es amarillenta, casi enfermiza, parece cansada por las grandes ojeras que cubren sus ojos cerrados, su delgado cuerpo, cubierto con un ligero vestido de seda negra, deja entrever los prominentes huesos de sus caderas.
-¿Cuánto tiempo vas a estar sin hablarme? Fue un accidente, sabes que no quería hacerte daño, además el morado ya casi no se nota. Estas preciosa.
Parece molesto por la falta de atención de la joven y la tira fuera del sofá con un brusco empujón.
Ella cae, su cuerpo choca contra el frío suelo provocando un estruendo, parece que sus huesos se han roto en mil pedazos, pero de su garganta no sale ningún sonido.
-Lo siento, me ha vuelto a pasar -levanta con cuidado el cuerpo de la delgada muchacha y lo coloca encima de sus piernas…-nunca voy a dejarte marchar, así podemos ser felices-dice acariciando la fría mejilla del cadáver que un día fue una alegre joven-callada estas más guapa.
Muy buena historia, Laira, me has hecho pensar hasta dónde puede llegar la locura de la posesión.
ResponderEliminarGracias por lo que dices en mi blog.
Un beso enorme.
HD
Muy bueno Laira.
ResponderEliminarMe has recordar esto que escribí hace tiempo:
VELADA
El hombre vuelve a casa por la noche
y se deja caer en el sofá.
Conecta el televisor
y va cambiando de canal
a la velocidad del rayo.
Luego mira a su esposa muerta
atada a la silla desde hace dos meses:
- ¿Qué película prefieres?
- ¿No me contestas aún?
- ¿Sigues enfadada?
- Muy bien, pues otra vez fútbol...
Se levanta con parsimonia
atraviesa la cortina de moscas
mirando a su mujer con rabia
y se dirige a la cocina
en busca de un par de cervezas.
Excelente, Laira. No te digo lo que sse me ocurre que haría con este tipo de individuos.
ResponderEliminarBesitos
Esta vez fuego helado, combustión, a pesar de que has hecho bajar la temperatura de la habitación más allá del cero.
ResponderEliminarCada vez me gusta más lo que arde en tu cerebro...
Besos y té para templarte las manos...
Muy buen relato..desde luego el amor enfermizo no sabemos hasta donde puede llegar..realmente escalofriante...
ResponderEliminarUn abrazo
Encantador blog el tuyo, un placer haberme pasado de nuevo por mi espacio.
ResponderEliminarSaludos y feliz fin de semana.
Laira, apoteósico, no sabes, como me dejas siempre, ufffffff, a cuadros....
ResponderEliminarEres espectacular, escribiendo
¡¡Que lástima, que siga existiendo
Ese amor, enfermizo, y casi,cobarde...
Para acabar con un ser humano, el amor no mata, debe de a ver felicidad........
Besos de brujilla******
uff qué duro!! qué duro!!! no me extraña que no dijera nada... pero mi pregunta es... ¿por qué las muejeres maltratadas no dicen un NO? y cogen y se van... se van para siempre, cambian de vida... le mandan a la mierda y le denuncian...
ResponderEliminarMe imagino que es fácil decirlo pero hacerlo... es otro tema!
Un besazoooo