Apenas había dormido, las ojeras se disimulaban con el maquillaje pero el cansancio no se esconde debajo de su falsa sonrisa de resignación. Su vida se ha convertido en un bucle de soledad. Sola, repite su cabeza cuando el silencio y la oscuridad reinan en su habitación.
Es temprano, el camino al trabajo a esas horas le da dolor de cabeza, siempre se cruza con las mismas personas, la anciana del segundo que sube con su caniche, el perro le saluda con un bufido, la anciana ni eso. El joven que reparte los periódicos, la mujer que limpia la escalera 13, la universitaria cargada con un libro cuya portada exclama “¡derecho del trabajo!”, es una joven con signo de exclamación en su vida, quizás por eso en lugar de saludar con un gesto como hace ella le grita un “hola” de manera agresiva.
Esa mañana las cosas cambiarían sin saberlo, el ascensor llega a su piso con un estruendo sospechoso provocado por el rechinar de su antiguo mecanismo, dentro hay un hombre de espesa barba que le sonríe con amabilidad.
-¿Una mala noche?- le pregunta, con tono armónico mientras le sostiene la puerta con gentileza.
-¿Tanto se nota? Bueno sí, estoy horrible.- le contesta, arreglándose el pelo delante del espejo que domina el pequeño cubículo.
-¡No! si tú estás muy bien.
El espacio parece cerrarse, el aire se vuelve más dulce y sin saber cómo cierra los ojos y roza los labios del hombre que ahora le agarra por la cintura.
El ascensor queda parado un segundo, para luego caer brutalmente contra el suelo, las roídas cuerdas desgastadas por los años han cedido… pero caen sumidos en un beso. Un beso eterno.
No podía traer mejor resultado el cable del ascensor y es que nunca sabes ni como ni cuando puedes encontrar esa moneda (de 5 céntimos) de tu suerte.
ResponderEliminarCorto , bien explicitado y con moraleja.
Me gustado mucho ¡Felicidades!.
Un beso
¡¡Laira, que corta es la vida....
ResponderEliminarSiempre, consigues, que el final, sea inesperado,arriesgado, nos pone contra las cuerdas.... Nunca mejor dicho..
A veces,cuando todo, es siempre igual,..
Eres como una marioneta, lo haces, inconsientemente, hasta que un día,algo está fuera de lugar------ y ya dudas...
Eres muy buena...(Y en cuanto a lo que me dejaste en mi blog... Es un necio, y tu lo has dicho, alto, y claro).....Gracias por venir siempre...luisa-brujilla
El beso de la muerte.
ResponderEliminarDescanse en paz.
Besos y escaleras.
Bastante bueno en ningún momento se deja ver ese final. Y el final es de impacto.
ResponderEliminarBesitos
Inquietante Laira,
ResponderEliminarque estos días tengas unas
¡felices fiestas!
un abrazo.
Vaya beso... el de la ¿muerte?
ResponderEliminarComo siempre, me acabas sorprendiendo!! yeahh!! me encanta!! :)
Un abrazo fuerte guapi!!!!
Y, una vez más, me encanta el hermoso giro del final de tus relatos. Sí, sí... y sí!!!
ResponderEliminarUn besazo enorme y feliz finde. :-)
Vaya...no me esperaba el final!(eso es lo bueno)
ResponderEliminarQué final, mi querida Laira, pero creo que es la mejor forma de morir, enamorado y con el ser amado.
ResponderEliminarMuy buen comentario en mi entrada, me pareció genial.
Un beso enorme.
HD
hermoso.. uno nunca sabe lo que puede pasar. Y la vida en algún momento se encarga de hacernos felices.
ResponderEliminarte sigo!
saludos! espero visites mi blog!
Hola Laira: vengo del blog de Beatriz, he leido algunas entradas, cuanto realismo. Me quedare por aqui. Un abrazo
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