Desnudo el ruido de mi mente desde la corta distancia que nos separa, deseo con todas mis fuerzas acercarme a ti y susurrarte al oído que te veo en mis sueños pese a que eres un desconocido, que te imagino mil veces rodeando mi cintura con tus rudas manos, mordiendo mi cuello.
Apenas me miras cuando el vagón del metro se detiene en la tercera parada y nos quedamos solos. Pareces triste, sumido en una terrible pesadilla. Luzco mi mejor sonrisa y respirando hondo me siento a tu lado.
Sin decirte nada te beso, hundo mi lengua en tu boca y cierro los ojos… desnudo el ruido de mi mente.
Al abrir mis ojos estas allí con cara de sorpresa “¿Me has recordado?, ¿sabes mi nombre, verdad?”, me acosas con mil preguntas pero yo no se que responderte.
Mi enfermedad solo me permite sentirte cerca algunos segundos, aquellos de los que te alimentas para continuar recordándome día a día que eres mi marido desde hace 10 años.
En ese atisbo de lucided amanece toda una nueva vida. Segundos que son multiplicados, y al rato segmentados...en un recuerdo sublime que ninguna enfermedad podría arrancar de la protagonista.
ResponderEliminarMaravilloso microrrelato.
Enhorabuena.
Abrazos.
recordarnos y olvidarnos oportunamente. quizá eso sea amar.
ResponderEliminargracias por tu comentario.
con respecto a tu pregunta: es mi hermano. y estoy de acuerdo con vos.
saludos laira.
Ay la memoria....
ResponderEliminarSin ella somos nada.
Besos.
Querida Laira, original y bien desarrollado, con intriga hasta el final. Un abrazo
ResponderEliminarInquietante como escribes Laira.
ResponderEliminarque tengas una feliz semana.
un abrazo.
Los giros que haces al final del relato uffff maravillosos!!! Bravo!!!
ResponderEliminarMe ha encantado el comentario q has dejado en mi blog!!! Cien por cien de acuerdo!!!!
Un beso enorme nena!!!!!!
Coincido con un comentarista anterior respecto al giro que le das al final del micro: tan bueno como inquietante.
ResponderEliminarDicen que somos memoria y que la memoria se sirve de la palabra. Yo creo que por eso escribimos.
Un beso
Tan real...
ResponderEliminarLa memoria, se va y vuelve, a ratos
ResponderEliminarLuego queda el vacío, de saber quien somos
Me gustó el final, la esperanza, de que vuelva
Nuevamente tu claridad¡¡¡¡
Besos de brujilla