Me esperas en el anden de la estación con una falsa sonrisa, pareces algo intranquilo y cansado. Me besas rozando mis labios con frialdad y vuelves a tapar tus ojos con las gafas de sol.
-¿Qué tal el viaje?- me dices absorto en tus pensamientos- pensaba que ya no vendrías, te he buscado muchas veces. No sabía nada de ti desde hacia meses. Todo lo que paso…
- Ha ido genial, y estaría mucho mejor si al salir tú me recibieras con algo más de ganas- te respondo interrumpiéndote mientras destrozo tu peinado engominado.
-¡Para! ¡sabes que odio que me despeines!- gritas enfadado.
-Lo se, pero lo echaba de menos- cojo tu mano con fuerza, como cuando éramos felices.
Pareces no entender nada, tu mano al principio algo tímida empieza a subir por mi brazo para luego acariciar mi pelo.
-Sigues oliendo genial, sigues igual…-me dices ahora serio.
-Y tú… bueno, sabes que tienes que recomponerte, seguir adelante, esas ojeras te hacen parecer un rockero vividor. Estas más delgado- adentro mi mano en tu camiseta acariciando tu barriga.
Cierras los ojos.
-Fue muy duro. No sabía que dolería tanto- te digo- la muerte duele. Pero me ha dolido más el echarte de menos. Hoy es el día Carlos, solo he venido para decirte que te quiero. Hoy es el día en el que dejarás de verme y de imaginarte una y otra vez este reencuentro en el que siempre aparezco. Mañana no lo haré, debes acabar con esta locura y empezar a vivir con normalidad, yo no estoy allí, no estaré… sabes que estoy muerta.
Te beso, pareces grabar cada instante en tus retinas.
-Me marcho, adiós Carlos.
Cierras los ojos mientras dices algo que no entiendo.
-Señor, abra los ojos, la sesión de espiritismo ha acabado, son 200 euros.
Joder... que fuerte!!!
ResponderEliminarLos 200 euros mejor gastados de su vida.
Besos.
¡Jolines! qué final más bestia. Como que no me lo esperaba.
ResponderEliminarTambién te digo que no me extraña que esté más delgado, a 200 euros la sesión, pues eso...
Me ha gustado mucho
Besitos