Todos los días sucede lo mismo.
Ponerme una canción miles de veces seguidas… y silbarla cuando estoy en la ducha.
Sonreír a mi vecino en el ascensor aunque tenga tanto sueño que me apoyaría en su hombro a descansar.
Recoger los libros desperdigados por la habitación y prometerme a mi misma ser más ordenada.
Hacer planes y contar los días para verte.
Y de repente echarte de menos, silbar la canción pensando en ti, subir al ascensor sin saludar, buscar entre los libros aquel párrafo que me recuerda a ti.
Eres mi bucle cerrado… ojala algún día me des aquel tiempo que no te haga falta que yo prometo invertirlo.
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Deja tus combustiones mentales, siempre son importantes y me hacen sonreír.