Los huesos le dolían, con cada paso las rodillas crujían de manera peligrosa. Apenas conseguía estar erguido. El traje negro resaltaba el blanco enfermizo de su piel, enfatizando las grandes ojeras que rodeaban sus ojos verdes.
Daba golpes con la punta de su bastón mientras esperaba al ascensor, sincronizaba cada golpe con el latido de su corazón. Notaba que se apagaba poco a poco.
Una vez en el ascensor se observa en el grandilocuente espejo que reina el pequeño cubículo. Huele a perfume caro de mujer, quizás sea la vecina del quinto, piensa mientras se desabrocha la camisa desde abajo.
Recorre los botones con cierta desesperación, dejando ver el corsé negro que mantenía sus huesos en posición, las tiras de cuero se le hincaban en la piel, dejando unos cortes que emanaban sangre.
Cuando se quita el corsé observa su dorso exento de ombligo y pezones. Un sudor frío recorre su cuerpo.
Un agujero en su espalda deja ver el interior de su cuerpo, dentro del mismo están sus alas blancas retraídas, con mucho esfuerzo las saca al exterior, parecen unas alas de pájaro, han perdido color y apenas queda alguna que otra pluma a punto de caer.
Sus ojos ahora se centran en la sangre que chorrea por los costados. Dando un suspiro se tumba en el frío suelo de mármol del ascensor y deja de respirar, se centra en rememorar cuando eran considerados caídos del cielo y se les daba importancia, ahora nadie se percataba, nadie les reclamaba,
“a fin de cuentas los Ángeles ya no están de moda“, piensa por última vez.
Buen relato, amiga..
ResponderEliminarYo digo que están la lado nuestro..
Un beso de brujilla
Ni siquiera los ángeles están a salvo de tus incendios... sobrevuelan tus textos y sus alas se derriten como las de Ícaro.
ResponderEliminarPor aquí sigue oliendo a gas, pero nadie se atreve a prender la mecha. Seguiré leyéndote mientras.
Un beso, dos bombones. O al revés, como prefieras. Y por supuesto, té. Al limón esta noche.
Me gusta. me gusta este relato y me gusta tu blog.
ResponderEliminarte sigo. un besazo.
Me he quedado pensando en esa imagen del ángel caído desnudando sus alas escondidas, y me he preguntado si, cuando dejó de respirar, el ascensor ascendió llevándolo otra vez al cielo.
ResponderEliminarMuy buen relato, Laira. Me alegra haberte conocido. Gracias por tu visita. Un saludo.
Curioso el cambio de tiempo verbal. Por momentos me ha recordado a Cronenberg, pero luego me ha parecido más Wim Wenders.
ResponderEliminarGracias por visitar mi blog y dejarme tu comentario.
Saludos, Laira.
Me gusta mucho como escribes, tu relato a medida que transcurre va tomando fuerza y el remate genial e inesperado...
ResponderEliminarTe felicito por tu blog, desde hoy te sigo.
Besitos en el alma
Scarlet2807
Ciertamente... están muy vistos los ángeles...
ResponderEliminarMuaaaaaaaaaaaaaaaaaaakkkkss
Laira gracias por tu visita y gracias por traeerme hasta tus relatos, he leido esta página y todos sin escepción me han parecido fantásticos, sinceramente, volveré más despacito.
ResponderEliminarFelicidades por este esacio que has creado.
Un abrazo.
Otro ángel que pasa al olvido... muy visual tu micro e impactante.
ResponderEliminarBesitos
¡Que suerte tuve al encontrarte! Este blog tuyo es un lujo. Te sigo.
ResponderEliminarUn abrazo desde Ciudad de Buenos Aires
Lo que ignoras es que ese ángel cansado de usar corsé no está muriendo en la mármol del ascensor. Ni que su sangre no es sangre sino éter teñido para este paso.
ResponderEliminarSe llama Gabriel y hoy nace como hombre. Al fin tendrá un ombligo porque nace de mujer.
Muy bello. Un saludo
Hola Laira, he aceptado tu invitación para venir a conocer tu blog y te agradezco por ello. Me gusta como escribes y me ha gustado este relato.
ResponderEliminarLos ángeles están a nuestro alrededor y los ignoramos, no somos conscientes de lo que sufren y de su mundo, pero que bien los describes tu.
Me quedo por aquí.
Gracias por tu visita a uno de mis blogs temáticos.
ResponderEliminarHe leído un par de tus relatos y volveré con más tiempo para leer los demás, puesto que me han gustado mucho.
Podrías participar en el concurso veraniego de relatos cortos que he organizado. Aquí están las bases:
http://periodicoprat.blogspot.com/
Nada importante, es para pasar un rato entretenido entre todos, pero darás a conocer tu blog.
Puedes publicarlo aquí y dejar aviso allí, en la pestaña Revista, para que venga a buscarlo y lo ponga con los otros.
Un besote.
Un relato rorprendente y curioso a la vez.
ResponderEliminarHasta pronto.
Isabel.
Hola Laira,regreso ligero de equipaje a tu hermosa casa, aquí me qudo, muy agradecido, gracias, buen dia, besos nublados...
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