La escena parece tranquila, ella esta recostada en el suelo cerca de un ventilador que mueve su pelo de forma constante.
Hace calor, una gota de sudor recorre su espalda. Bebe de un vaso en el que se oye el tintineo de unos hielos. Exceptuando el ruido de los hielos y algún que otro suspiro la habitación permanece en silencio.
Se levanta masajeando sus piernas, algo dormidas y camina contoneando las caderas hacia la habitación del fondo. No se molesta en encender las luces, su silueta blanca por la falta de sol parece más salvaje en la oscuridad.
Abre la puerta lentamente, dejando que el pasillo se inunde de pequeños gritos y suplicas.
En el centro de la habitación un hombre trajeado esta atado y amordazado en una silla. “Me ha quedado muy profesional” piensa.
-¿Lo pensaste ya? - le dice ella acercando el vaso frío al ojo amoratado del hombre- Ya sabes cuál es el trato, necesito el préstamo, y tú, grandísimo hijo de puta me lo vas a dar, y ya de paso vas a regalarme la vajilla que dais en el banco. ¿Entendido?.
El hombre asiente, la desesperación se observa en cada poro de su piel.
-Voy a quitarte la mordaza para que me digas lo encantado que estas con tu nueva cliente.- le dice retirando con suavidad el trapo de cocina que cubre su boca.
-¡Estas loca!, ¡loca! Cuando sepan que me has secuestrado vendrán, y tú ¡¡maldita chiflada!! irás directa a la cárcel…-el señor banquero grita como un energúmeno, tanto que una vena del cuello comienza sospechosamente a hincharse.
Ella no parece molesta, agarra el vaso con fuerza y tomando algo de impulso lo estalla contra la cabeza del hombre, que automáticamente cambia los insultos por gritos de dolor . La sangre brota de su frente de manera escandalosa, manchando su precioso y caro traje.
-Querido, hay gente dispuesta a tratarte mucho peor que yo ahí fuera. ¿Probamos?.
A grandes males grandes soluciones.
ResponderEliminarSe van a enterar...
Besos.
Lo siento, últimamente estoy muy sanguinaria...
ResponderEliminarMon dieu. Me das miedo, jajaja.
ResponderEliminarNo te disculpes Laira. Te aseguro que más de uno a gusto llevaríamos esta fantasía al terreno real. Me ha encantado imaginarme la escena siguiendo tus palabras.
ResponderEliminarBesitos
cuantas cosas de contexto. por aqui ya las pasamos, siempre. son horribles. dan ganas, pero què inocencia, solo le pedìa un prestamo. Ella era muy sensual. me gusto
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