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miércoles, 20 de abril de 2011

Si tienes un vecino, tienes un tesoro.


Este post va dedicado para mis queridos vecinos del piso de arriba. Nos os conozco y ya os quiero (concretamente estrangular con la cuerda de tender la ropa).

Cada noche me sorprendéis con un espectáculo auditivo que me deja tan alucinada que no puedo dormir. 

Todo comienza sobre las 12 de la noche, cuando mi vecina decide colocarse los tacones y hacerle a su marido un show flamenco (hace hasta palmas). Cuando acaba, deciden  redecorar su casa, y empiezan a mover todos los muebles (nunca es tarde para innovar, ¿verdad vecinos?).

El sonido cesa, parece que al fin han decidido dormir, pero como no....falta la bombona de butano, imprescindible dormir con ella de almohada, os comprendo, ese color anaranjado provoca un efecto relajante.  Y seguidamente el festival de muelles...

¡Gracias por ambientarme las noches! Sólo pido que cuando vayáis a repetir me aviséis y os grabo, el mundo no puede perderse tanto talento.

1 comentario:

  1. Son todo un dilema los vecinos. Mientras menos tenga mejor pero a veces se los necesita.

    Saludos.

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Deja tus combustiones mentales, siempre son importantes y me hacen sonreír.