Noche de fútbol, cervezas, pizzas, gritos, histerismos, abrazos, más gritos, insultos a las madres de los jugadores, más insultos subidos de tono donde se nombra al espíritu santo...y un largo etcétera.
Mi visita fugaz a Valencia en el Madrid- Barcelona me demuestra que la gente corriente aprovecha estas ocasiones para sacar a la luz su segunda personalidad.
Hombres de negocios que normalmente visten traje de chaqueta se disfrazan de mujeres de pecho 120, amas de casa se colocan sus cuernos de vikinga (quizás es una buena señal para su marido) y salen a la calle con la bandera de su equipo de capa, universitarios que tapan su cara con ceras de colores y se dejan la voz con cánticos compuestos por una mona en celo o por un chimpancé en una noche de juerga en el zoo, abuelitas que normalmente se te cuelan en la cola del supermercado ahora se cuelan igual pero para poder insultar al autobús del equipo contrario con tales barbaridades que terminan atragantándose y escupiendo la dentadura al de delante.
Policías con muy mala ostia que terminan bebiendo y haciéndose fotos con chicas vestidas de colegialas que les roban el casco y la porra y salen corriendo.
Y cómo no la reunión de borrachos anónimos que saludan y abrazan a todo el que se deja.
Pero ¿y lo bien que te lo pasas? por lo tanto digamos un:
¡viva el futbol! (pero no muy alto que la vecina de abajo se queja de todo).
cuando marcan un gol y le das un beso y un abrazo al de al lado, sin conocerlo de nada mientras tu novio lo estrangula con la mirada...
ResponderEliminarAl final la euforia se contagia y tu novio es capaz de compartirte si su equipo gana.¡ole!
ResponderEliminarEl futbol es un poco todo eso, no concretamente lo técnico o lo estricto. Despierta una parte nuestro en nuestro interior que normalmente no sale. Llego a pensar que uno por pasión hace cualquier locura.
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